JR, nació en la Ciudad de La Plata, donde fue derivado oportunamente antes de nacer por una malformación cardiaca grave, luego de un mes de permanecer en ese hospital los padres deciden regresar y no someter al niño a reiteradas cirugías que implicaría permanecer en La Plata mucho más tiempo y con pocas posibilidad de sobrevida.
Cuando fue derivado a Cuidados Paliativos y Domiciliarios por no disponer de oportunidad curativa, tenía 40 días. Indicación médica de alimentación por sonda nasogástrica exclusiva para disminuir el gasto cardiaco y medicación específica para su patología.
La intención de los padres era volver a su casa en la chacra con JR, que sus hermanos lo conocieran y cuidar de el hasta que Dios dispusiera.
En la primera entrevista y luego de una explicación acerca de la enfermedad del bebé, de los cuidados que requería, de cómo nos organizaríamos para que pudieran ir a casa, la mamá pregunta ¿puedo darle el pecho? Ya alimenté a todos mis hijos con el pecho…
La primera respuesta fue que no podría y porqué no podía.
Pero luego de la entrevista surgen las diferentes posturas entre los miembros del equipo. Había quien decía que sería peor el duelo si propiciábamos el apego dando de mamar. Otros decían que podría el esfuerzo complicar su situación cardiológica y aún adelantar el final. Otros proponían que dar de mamar era significativo para esta mamá más allá de lo que significa desde el aporte nutricional o inmunológico. No solo por ser parte de su cultura alimentar a pecho a los hijos, sino porque ante la certeza de la muerte cercana, lo único que podía darle efectivamente y afectivamente era la teta.
Luego de exponer cada uno su propuesta y su fundamento, se sometió al consenso y se decidió habilitar a la madre para darle la teta a JR.
Desde ese momento, que JR tenía 45 días, pasaron 3 meses más en los cuales el pecho fue su alimento exclusivo.
La mamá contaba que a veces se agitaba pero el solo dejaba de chupar y luego retomaba.
Luego que JR partió, en la primera visita de duelo la mamá expresó: “al menos le pude dar el pecho!”.
Esta experiencia fue un aprendizaje para el Equipo, dado que privilegiar el vinculo madre e hijo a través del amamantamiento no solo fue una oportunidad que el binomio se merecía, sino que fue un factor positivo para la elaboración del duelo. Propició mayor tiempo de contacto y dejó en su mamá la sensación de haber hecho por su hijo lo que ella sabía hacer DAR LA TETA.
La lactancia materna es comunicación, dar vida y amor, mientras se da de mamar se lo conforta y se lo protege.
Dar la teta fortalece una relación especial entre la madre y su hijo, aun cuando ésta sea acotada en el tiempo.
Equipo de Cuidados Paliativos y Domiciliarios Pediátricos del Hospital Castro Rendón de la ciudad de Neuquén:
- Lic. en Enfermería. Bravo, Ariela (Coordinadora)
- Dra. Rodriguez, Gabriela (Médica Pediatra especialista en Cuidados Paliativos)
- Dra, Chacón, Sandra (Médica Pediatra especialista en Cuidados Paliativos)
- Lic. en Servicio Social. Alvarado, Marta.
- Lic. en Servicio Social. Marcelino, Marianela.
- Enfermero. Troncoso, Carlos
- Choferes: Guzmán, Luis; Barriga, Atilio.
- Administrativo: Pérez Muñoz, José A.