Familias que perdieron a sus hijos por muerte gestacional, perinatal y neonatal inauguran un monolito en el Parque Municipal para que puedan tener un lugar para afrontar el duelo y que deje de estar incomprendido socialmente
«El amor no empieza con el nacimiento ni termina con la muerte. Un hijo se gesta primero, se lleva en el corazón, después en el vientre y si se puede se lleva en brazos». Con este proverbio Marian Mahmood quiso representar este sábado en Elche que la vida y la muerte caminan juntas y que aquellos bebés a los que les dejó de latir el corazón antes de nacer, o tras hacerlo, también merecen ser recordados por siempre y por todos, porque formaron parte de la vida.
Esta mujer forma parte de la red «El Hueco de mi Vientre», una asociación extendida por todo el país que trata de dar apoyo psicosocial a todas aquellas madres y padres que sufrieron la muerte gestacional, perinatal y neonatal y se enfrentaron a un terrible duelo que hoy sigue siendo incomprendido por la sociedad, que muchas veces no sabe reaccionar ante estas pérdidas.
El alcalde, Carlos González, y ediles del ejecutivo, tras la petición de esta red solidaria y de matronas del colegio de Enfermería de Alicante, inauguraron por la mañana en el Parque Municipal, en una tórrida mañana y a escasos metros de la recepción de visitantes, un monolito en recuerdo a todos aquellos bebés que ya no están.
La idea es que las familias tengan un espacio enclavado en la naturaleza donde poder recordar a sus hijos y que quiénes pasen por el lugar conozcan que esta es una realidad que necesita más sensibilidad y visibilidad. Este tipo de iniciativas también se han realizado en los últimos tiempos en otros municipios como Alicante o San Juan.
Un nutrido grupo de familias que han pasado por esta situación no quisieron perderse el momento. Pintaron unas piedras con el nombre de sus hijos y los ofrendaron con flores mientras la músico Paula Romero tocaba con su viola el tema «Recuérdame» de la aclamada película animada Coco. Así, el cine y la realidad se unieron para dejar claro que nadie muere definitivamente mientras perdure su recuerdo.
El monumento representa un vientre lleno de ausencia y una frágil mariposa brillante que quiere volar. El artista, Jesús García, que no pudo asistir al acto, dejó escritas unas palabras para explicar su obra «Amor sin latido».
En el acto se escucharon algunos testimonios desgarradores como el de Aldara Fernández, que apenas pudo contenerse las lágrimas al contar el relato de su vida que, además de momentos felices como la esperada llegada al mundo de su hijo Iván, también contó con muchos momentos amargos como las pérdidas de familiares muy cercanos y tres abortos.
El momento más duro para ella y para su pareja fue cuando los médicos le dijeron «no hay latido» en una de las revisiones rutinarias cuando se encontraba embarazada de Manuel en la semana 27+5. Cuando estaban a punto de celebrar la alegría máxima de tener su segundo hijo todo cambió y tuvieron que afrontar un duelo para el que nadie les había preparado.
Los sanitarios le recomendaron ver el cuerpo de su hijo para poder despedirse de él, como así hicieron, a pesar del temor.
Esta madre siente que tienen que pulirse los protocolos sanitarios para que el personal, por ejemplo, esté más sensibilizado y adquiera formación psicológica para tratar con tacto este tipo de circunstancias, y que las personas afectadas puedan tener derecho a una asistencia psicológica gratuita en este sentido, que según los progenitores sigue faltando.
Al hilo, entienden que las frases del tipo «mejor ahora que después», «aún puedes intentarlo» suelen hacerse desde el desconocimiento pero hieren a las familias. Laura y Carlos son algunas de las parejas que escucharon con tono emocionado este testimonio porque ellos también atravesaron por lo mismo, y reconocen que cuando perdieron en el parto a su pequeña, Martina, hubo gente que no les dio el pésame porque no sabían cómo actuar.
Noelia Rodríguez, vocal del colegio de Enfermería de Alicante señaló que con la pérdida de los bebés las familias sienten que también se pierde un proyecto de vida y reconoció que se ven inmersas en un duelo desautorizado porque la sociedad no termina de reconocerlo.
Paqui Rodríguez, matrona del Hospital General de Elche, señaló por su parte que este espacio era necesario y más enmarcado entre palmeras como símbolo de paz.
Un nutrido grupo de familias que han pasado por esta situación no han querido perderse el momento y tras descubrirse el monumento, que representa un vientre desnudo y una mariposa brillante que quiere volar, han pintado piedras con el nombre de sus hijos y han realizado una ofrenda de flores mientras la músico Paula Romero ha tocado en directo el tema Recuérdame de la aclamada película animada Coco, porque no hay mensaje más claro que nadie muere definitivamente mientras perdure su recuerdo.
Fuente: https://www.informacion.es/fotos/elche/2022/06/18/bebes-67409356.html#foto=8