La crearon un grupo de madres de Ciudad Guayana (Venezuela), cuyos hijos fueron asesinados a causa de la violencia. Necesitaban romper con la cadena de la resignación y dar paso a una lucha contra la impunidad que envuelve a esta ciudad y a toda Venezuela. “No hay dolor más grande para una madre que perder a su hijo. Hemos transformado el dolor en la lucha por la justicia”, dice Aida Noruega, su presidenta.
Todos los años, el día de los Santos Inocentes, clavan tantas cruces en el Cerro El Gallo como asesinatos en ese año. En 2011 elaboraron y plantaron 555 cruces, 500 cruces de madera bancas por los adultos asesinados y 55 más pequeñas y azules por los niños. Aida Noguera, quien perdió a uno de sus dos hijos, comentó que la actividad se llevó a cabo para recordar a los muertos y expresar la solidaridad con las miles de madres y padres que han perdido a sus familiares durante los últimos once años, tiempo en el que han caído 150.000 en toda Venezuela. Comenta que el objetivo de la actividad es sensibilizar a la población y llamar la atención de las autoridades: “Desde hace 3 años que hacemos concentraciones pero no hemos obtenido respuestas ni un llamado al diálogo… Ya no queremos ser “peloteadas”, mucho menos sentirnos burladas por aquellos que les reciben cartas y comunicados, pero los guardan olvidando y evadiendo el diálogo con los dolientes”.
Un venezolano asesinado cada media hora, dos guayaneses asesinados cada día. Hay 14 millones de armas circulando entre la población civil. En el 20% de los homicidios están implicados los cuerpos policiales. Y solo 9 de cada 100 homicidios se investigan. Con la frase “ajuste de cuentas” la policía quiere resolverlo todo. Continua Aida, “nos manifestamos contra la cultura de muerte y contra la falta de voluntad política para erradicar el crimen organizado, actualmente se mata por cualquier razón. Se está atacando a la familia, que es el santuario de la vida. Se está privando de oportunidades para nuestros jóvenes: hay casi 700.000 adolescentes entre 13 y 17 años desescolarizados en Venezuela. El desempleo y el trabajo informal afectan al 65% de la población…. Un hombre sin trabajo o laboralmente explotado, halla en la delincuencia una salida, un camino fácil”.
Desde la Fundación se promueve el asociacionismo con las víctimas de la violencia. Exigen una Ley de protección y atención a las víctimas, la creación de más liceos en San Félix, una política integral de desarme que promueva un debate sobre la necesaria desmilitarización de la sociedad venezolana y la auténtica voluntad política para acabar con la corrupción de la impunidad. Piden a todos los medios de comunicación, locales, nacionales e internacionales y a la sociedad en general, que se hagan eco de su dolor e indignación.