Llegaban las navidades, unas navidades sin Rubén. Me dolía y rascaba en el alma. El tiempo pasa y corre sin preguntar…
Hacía no mucho había estado utilizando una aplicación llamada nubes de palabras. Con ella cree gotas, corazones, estrellas y mariposas. Lo más interesante de la aplicación era que tenías que pensar en palabras o frases cortas y yo me puse a pensar en todas aquellas que me recordaban a mi hijo en el tiempo que fuimos un solo ser.
Rubén es conocido por la donación de su leche, pero para mí, su madre, es muchísimas cosas más, me pareció emocionante plasmarlo.
Fue terapéutica la experiencia y muy interesante el resultado.
Se me ocurrió hacer algo más allá que dejarlo en una nube de palabras y materializarlo en una taza. Así que hice unas 6 tacitas todas llevaban una nube de palabras en forma gota que es sin duda la gota que simboliza nuestra Lactancia por la que es conocido mi hijo y en el otro lado bien una estrella, una mariposa o un corazón que de alguna manera reflejaban en lo que se había convertido mi pequeño bebé arcoíris, se había transformado en una estrella, en jerga se duelo sería un bebé mariposa y ahora habitaba en mi corazón.
Diseñe las tazas y me pareció bastante interesante el resultado.
El día que las recibí fue interesante porque no llegaron todas a la vez, fueron llegando como a cuenta gotas, las gotas que veía caer en cada biberón destinado al banco de leche. Las gotas de esa leche que mi pequeño nunca llegó a probar pero que habían regado tantas conciencias y creadas oportunidades para otras familias.
Ver las tazas me llenaba de emoción de esa que solo una madre en duelo es capaz de sentir: orgullo, alegría y tristeza todo mezclado en un cóctel de amor.
Me encantaba la idea de compartir con mi familia estás piezas únicas que sin duda romperían el hielo en muchas ocasiones, Rubén ahora estaría presente esas Navidades con nosotros, en forma de taza tomaríamos el café de después de comer con él, el chocolate de la merienda, el desayuno, acompañando nuestro roscón de reyes y junto a cada una de esas palabras hidrataría nuestro cuerpo cuando tuviéramos sed…
Fue bonito ver las reacciones de mi familia, algunos a los que les cuesta hablar del tema porque rasca y otros que saben y comparten nuestra forma de vivirlo, de darle vida a la muerte.
Fue bonito recibir las fotos de mis familiares diciéndome que estaban desayunando con Rubén días después o ir de visita a su casa y poder ver qué utilizan la tacita. Saber que solo con este gesto me están diciendo muchas cosas sin necesidad de hablar. Le echan de menos igual que lo hago yo porque Rubén falta y debería estar aquí y de alguna manera está, seguimos creando recuerdos alrededor de su memoria cada día. Y siempre hay novedades increíbles aunque la persona escéptica no las pueda ver.
Rubén sigue muy vivo en nuestros corazones.
Rubén es esperanza, amor, grandeza, alegría, júbilo, vida, nostalgia, nobleza, hijo, nieto, sobrino, primo, fe, caricias, cuentos, música, baile, risas, vida, sueño, besos, pancita preciosa, piernas rechonchonas, risa, salud física, salud mental, complicidad, pureza, está en el viento que me acaricia, el sol que me calienta, en el sonido del agua con el mecer de las olas o cayendo de una cascada o en la lluvia, en el aroma se una flor, en el caos que provoca un huracán o un terremoto… está en la vida tal cual esta se presenta. Rubén está totalmente integrado en mi vida.
Y ahora está tacita completa de alguna forma ese enorme hueco que dejó en nuestros corazones.
Llegar a este punto de pensar o crear algo material no es sencillo, algunas personas tardamos más que otras. No pasa nada, cada cual con sus tiempos. El pensamiento de que nada sustituirá a tu hijo o hija, esa negación de y para qué quiero yo algo material… me rondaban en su día por la cabeza. Tardé mucho en crear algo físico aún sabiendo que podría ser un bonito recuerdo. Sabiendo que en algún momento dado lo haría, pero no estaba preparada aún. Yo quería a mi bebé en mis brazos, no existía ni joya de leche, ni taza en el mundo que pudiera calmar mi pena y su falta.
Poco a poco me fui quitando esas capas de dolor y las transformé para que no pesara tanto y di el primer paso de hacerme algo tangible haciéndome una joya de leche.
Regalar la joya a quienes me habían ayudado con la lactancia o realizar las tacitas me ha resultado muy liberador, sanador. Son herramientas que me resultaron útiles, darnos paz y bienestar. Sentía que avanzaba en mi duelo.
El amor tan grande que sentimos necesita salir y el duelo nos ayuda a que así sea. Tú decides qué herramientas quieres utilizar para canalizarlo y cuando estás preparada o preparado. Fluye con tú duelo. Exprésate.
#RUBÉNSIEMPREENNUESTROCORAZÓN
Más info en Facebook: @Movimiento.Ruben por un duelo social, compartido, normalizado, con amor, empatía, respeto y libre de juicios.
#DonantesconEstrella, nace como iniciativa de Olaya Rubio. Es el grupo de apoyo de Movimiento Rubén y Proyecto Lola en Whatsapp donde las mamás que tras la muerte de sus hijxs, han decidido donar la leche de sus pequeñxs encuentran apoyo y contención, y donde puede entrar cualquier mamá donante que nos necesite. Sólo tiene que ponerse en contacto con Olaya Rubio.
En este grupo estamos gestando un libro titulado «Alimento para el alma, Lactancia en duelo»
#CadenadelaLeche surge gracias a las madres que han escuchado nuestra historia deciden sacarse una toma extra para el banco de leche y que a Rubén y a mí nos encanta.