Un trabajo analiza en qué medida afectan las desigualdades en las interrupciones voluntarias del embarazo
Una investigación de la UPV/EHU analiza las diferencias entre las mujeres inmigrantes y las autóctonas en las tasas de interrupción voluntaria del embarazo entre los años 2009 y 2013. El trabajo se ha centrado en el nivel de estudios de las mujeres y el país de procedencia de las mismas para analizar las desigualdades que marcan las tasas de abortos voluntarios.
El estudio, realizado por el Grupo de Investigación en Determinantes Sociales de la Salud y Cambio Demográfico (OPIK) de la UPV/EHU ha analizado, por un lado, la tasa de interrupciones voluntarias de embarazos y las diferencias entre la población inmigrante y autóctona (mujeres de entre 12 y 49 años) y, por otro, las diferencias según el nivel de estudios de las mujeres que interrumpen su embarazo de manera voluntaria. «Nos interesaba ver en qué medida existen desigualdades en el País Vasco a pesar de que, en principio, el acceso a los servicios sanitarios (también en lo referente a las interrupciones voluntarias de embarazos) es universal y gratuito para toda la población, independientemente de su posición social», explica Yolanda González Rábago, miembro del equipo de investigación.
Las diferencias que se desprenden de los datos son sustanciales ya que, en el periodo analizado, la tasa de abortos entre mujeres autóctonas fue de 3,9 por mil mientras que entre las mujeres del África subsahariana fue de 45,6 por mil, de un 26,5 entre las mujeres sudamericanas y de un 22,9 por mil entre las procedentes de Centroamérica y el Caribe.
En lo referente a la repetición de los abortos (1,9 por mil), las mujeres inmigrantes también han registrado una mayor tasa de repetición, aunque, en este caso, existen diferencias importantes según el origen de las mujeres inmigrantes. Así, las mujeres procedentes del África Subsahariana tuvieron una tasa de abortos repetidos de 21,5 por mil, mientras que entre las mujeres de Sudamérica fue de 9,8 por mil o de 8,8 por mil entre las mujeres de Rumanía y de otros países europeos extracomunitarios.
Asimismo, los datos señalan que también es más frecuente el retraso de los abortos después de las primeras doce semanas entre las mujeres inmigrantes. Sin embargo, sus condiciones de vida tienen una gran relevancia en este retraso, ya que cuando se igualan estas, solo en el caso de las mujeres procedentes de Centroamérica y el Caribe son las diferencias entre autóctonas e inmigrantes estadísticamente significativas.
Un bajo nivel de estudios factor de riesgo
Por otro lado, el grupo OPIK también ha investigado las diferencias en la interrupción voluntaria del embarazo según el nivel de estudios de las mujeres. Los resultados indican que el nivel de estudios es un factor que condiciona sustancialmente los índices de abortos voluntarios. Las mujeres (tanto autóctonas como inmigrantes) con nivel de estudios primarios o inferiores tienen una tasa de abortos voluntarios de 17,7 por mil, mientras que dicha tasa se reduce a los 6,2 por mil en el caso de las mujeres con estudios secundarios y a 3,9 en el de las de estudios universitarios. Además, el riesgo de sufrir más de un aborto es mucho mayor entre las mujeres de estudios primarios (9 por mil) o secundarios (2,5 por mil) que entre las de estudios superiores (0,7 por mil), y el riesgo de retraso, hasta el segundo trimestre de gestación, en la realización del aborto es también más alto entre las mujeres de estudios primarios (0,8 por mil) respecto a aquellas con estudios universitarios (0,2 por mil).
Sin embargo, según González-Rábago resulta sorprendente que los datos de las mujeres inmigrantes con mayor nivel de estudios no sean más similares a los de las mujeres vascas, «pensábamos que el nivel de estudios iba a neutralizar el efecto de ser inmigrante, pero ese no parece ser un factor protector y no reduce el riesgo de interrupción voluntaria del embarazo. Esto puede ser debido a que su situación socioeconómica no se corresponde con su nivel educativo, hay mujeres inmigrantes muy cualificadas pero que trabajan en sectores laborales muy precarios». Por ello, las desigualdades son muy palpables en este terreno, ya que, según los autores «aunque entre las mujeres autóctonas el nivel educativo es un factor que determina la posición en la jerarquía social, no parece ocurrir lo mismo entre las mujeres inmigrantes».
Fuente: http://www.ehu.eus/es/campusa/albisteak/-/asset_publisher/R8pu/content/n_20170127_abortos?redirect=http%3A%2F%2Fwww.ehu.eus%2Fes%2Fcampusa%3Fp_p_id%3D101_INSTANCE_sK0m%26p_p_lifecycle%3D0%26p_p_state%3Dnormal%26p_p_mode%3Dview%26p_p_col_id%3Dcolumn-1%26p_p_col_count%3D9