Menuda iniciativa más bonita y… necesaria. Antes de que yo naciera mis padres tuvieron un hijo que no llegó a vivir 24 horas, así que no queda constancia de su existencia más que en la memoria de mis padres: en el registro les dijeron que no procedía por no llegar al día de vida, el cura del pueblo puso obstáculos para enterrarlo (de hecho está a los pies de un hombre cualquiera), y sufrieron una mezcla de gran incompresión y silencio por parte de su entorno. Al final el resultado ha sido el mismo: mi madre lo recuerda en silencio todos y cada uno de los días de su vida desde que lo perdió y mi padre estoy segura que también, pero nunca me ha hablado de ello.
Es una situación tan trágica, injusta, inexplicable, inconsolable…que el hecho que unas personas hayáis decidido brindar apoyo padres que sufren esta desgracia, es digno de admiración. Ten por seguro que, ojalá no lo viva de cerca, pero si algún día conozco a alguien en estas circunstancias, haré lo posible por conseguir que os conozcais.