Fuente: https://efe.com/cantabria/2024-10-18/mujeres-que-pierden-a-sus-bebes-piden-hacer-visible-su-realidad/
Santander (EFE).- Mujeres que han perdido a sus hijos reclaman que se visibilicen estas dolorosas situaciones y poder tomarse un tiempo para despedirse de sus bebés. “El hijo que tú estás esperando no va a llegar. Entras en shock, tienes que tomar decisiones y hacer un montón de cosas. Todo parece que tiene que ir muy rápido. Eso es de lo primero que queremos cambiar”, dice Rebeca Hoya, una de las personas que ha pasado por este trance.
En su caso -ha perdido seis hijos- destaca la importancia de poder tener una despedida “calmada” y “desde el amor” porque supone una ayuda para que ese duelo “el día de mañana no sea tan horroroso”.
Rebeca Hoya lamenta que se da “una no legitimación” de la pérdida y de ese dolor, cuando a su juicio hay que hablar con claridad de la muerte porque “forma parte de la vida”.
“Esto es muy importante, forma parte de la vida, todos vamos a morir y, como sociedad, hay que aprender a prepararnos para ello. Es verdad que no hay nada que te prepare para sufrir esto y pedimos que se ponga muchísima sensibilidad. Hay que dar tiempo a las familias”, manifiesta, en una entrevista con EFE.
Desde el pasado año, por un cambio legal, los bebés fallecidos antes de nacer con posterioridad a los seis meses de gestación pueden ser inscritos en el Registro Civil con su nombre.
Rebeca Hoya pide que estos trámites se hagan fáciles para las familias. “Esos bebés tienen derecho a ser registrados, forman parte de estas familias”, resalta.
‘El hueco de mi vientre’
Rebeca pertenece a una asociación, ‘El hueco de mi vientre’, una entidad sin ánimo de lucro que empezó su actividad en 2013.
Está compuesta por profesionales sanitarios, principalmente matronas y trabajadores especializados en este campo que, con una sensibilidad especial, detectaron áreas de mejora y “han escuchado a las mujeres”.
También forman la asociación personas que han pasado por esta experiencia.
La finalidad de ‘El hueco de mi vientre’ es dar apoyo a las familias que han sufrido la pérdida de su bebé en distinto tipo de situaciones, todas dolorosas, desde las primeras etapas del embarazo, hasta bebés que han llegado a término pero que han fallecido a las horas, o incluso a los días. Y mujeres que han pasado por una interrupción voluntaria del embarazo “por muy diversos motivos”.
Además, han trabajado con familias que han vivido esta situación “hace muchísimos años” y que, “gracias a la visibilidad que se está dando ahora a este tema”, se han acercado a la asociación para compartir su duelo.
‘El hueco de mi vientre’ colabora en la formación de nuevos profesionales, para mejorar protocolos y poder acompañar de una mejor manera a las familias que padecen esta pérdida.
La asociación nació en Cantabria, pero crece y está ya presente en otros territorios, como Madrid, Barcelona, Salamanca o Zamora.
‘Cuna de abrazos’
Una de las salas del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla conocida como la ‘cuna de abrazos’ . EFE/Pedro Puente Hoyos
Para ayudar a las familias que pierden a su bebé en la gestación o al poco de nacer, el Hospital Marqués de Valdecilla dispone desde hace poco de una ‘cuna fría’, también conocida como ‘cuna de abrazos’, porque regala tiempo a las personas que viven este trance.
La idea es que puedan despedirse de su hijo o hija en las mejores condiciones posibles.
Valdecilla es el primer hospital de la red pública que ha invertido en un equipamiento de estas características por propia iniciativa, conocedor de las pocas experiencias existentes hasta la fecha a nivel nacional y que, en todo caso, son fruto de donaciones de las propias asociaciones de padres.
La filosofía detrás de este recurso es que, para las personas que se encuentran transitando un momento tan doloroso, es muy importante disponer de algo de tiempo para asimilar todo lo que les está sucediendo y poder despedirse del cuerpo de su bebé en buenas condiciones.
La matrona del Hospital Valdecilla Yaiza Rodríguez explica a EFE que, además de la ‘cuna de abrazos’, que es nuevo, este centro ya entregaba una caja de recuerdos, con “las huellas del bebé, el gorrito o la mantita con la que se les viste, y otros enseres”.
Los padres no necesariamente se lo llevan en ese momento, sino que lo que se hace es informar de que se crea esta caja de recuerdos y “pueden tomar la decisión entonces o venir a recogerla en los próximos días o meses”.
“Nos lo han demandado las familias. También se ha visto que mucha gente que no se la llevó después viene a buscarla. Y hemos comprobado que de alguna forma reconforta en esos momentos tan duros”, ha apostillado.
Rebeca Hoya reconoce que, institucionalmente, “a veces es complicado” dar respuesta a estas situaciones y precisamente, por eso, su asociación valora tanto que se haya generado este recurso, con el que las familias “van a poder tomarse un tiempo para, simplemente, sentir las emociones o estar con su bebé”, y que, a largo plazo, el recuerdo no sea tan doloroso. A su juicio es, sin duda, “un avance”.